El otro día, recibí una llamada de teléfono de una chica que me decía, que había escrito un cuento para su hermano, que le habían trasplantado el corazón hacía un año y le querían hacer un regalo. El regalo estaba escrito, pero querían que yo lo leyese para darle mas vida si cabe. Yo accedí encantado y me puse manos a la obra. La chica se llama Mar blanco y suele escribir en Casa Eolo Mar blanco. os invito a que la conozcáis, os gustará lo que hace. Este cuento escrito por ella y basado en hechos reales, nos invita a reflexionar sobre la donación de órganos.
Bueno, y este es el resultado de la lectura, ya me diréis si os gusta . Os diré que ella quedo encantada.
Recita Jorge del Nozal
UNA NOCHE DE REYES…
DIFERENTE.
Transcurría
la mañana sin novedades, sólo al filo de la media tarde un pequeño vuelco
removió la esperanza en aquella cabalgata que estaba a punto de comenzar.
El
teléfono sonó ….¿dígame?
La
voz del otro lado comunicando, un escueto ¡¡¡ya ha llegado!!!
hizo que las piernas se pusiesen a temblar…
Muchos
caramelos lanzados al viento por sus majestades empezaban a alfombrar las
calles, las luces iban encendiendo a su paso los colores de la navidad y muchos
deseos encendidos con ellas.
Saludos
casuales, gentes arriba y abajo deambulando a la espera de que los Reyes
pasasen por allí.
Los
más pequeños caminaban con ojos muy abiertos y bocas imposibles de cerrar. Esta
noche había que irse a dormir pronto, y asegurarse de que los camellos iban a
encontrar los balcones y ventanas repletos de comida y agua . Como en el
milagro de los panes y los peces, para
convertirse y multiplicarse en los regalos que tantas veces habían soñado.
El
objetivo era conseguir que ese atisbo de sueño llegase a ser una realidad. Lo
empezábamos a tocar con la punta de los dedos…olía a milagro de Navidad.
Un
gran dispositivo se puso en marcha.
Quizás
no llegaría de Oriente pero si al final era posible, todo habría valido la
pena.
La
incertidumbre, los nervios, el mal tiempo, la angustia, la interminable espera,
las mariposas recorriendo con inquietud los estómagos encogidos.
¡Un
corazón buscaba un hogar donde latir!
Un
hogar le estaba esperando, la chimenea a punto, los recuerdos aflorando y las
emociones mas fuertes que nunca.
Manos
entrelazadas, abrazos valientes, sonrisas nerviosas.
Como
ocurre con las mejores cosas de la vida, este regalo pedido era gratis pero
muchas personas tenían que intervenir en ello.
Los
grandes profesionales que dirigirían la operación para llegar a buen término,
los pajes representados en todos
aquellos encargados de colocarlo en el “balcón” adecuado y que encajase
perfectamente en el espacio de esa casa, donde era esperado con los brazos abiertos
y con la “escalera” como material quirúrgico que les permitiría llegar hasta
él.
Los
Magos representados en los médicos,
siempre pendientes de que todo estuviese y se desarrollase de la forma que
tenia que ocurrir. Y el regalo estuviese a tiempo en destino.
A
la misma hora aproximadamente, en una sala de hospital , una familia estaba
viviendo en sus carnes su especial Cabalgata de Reyes.
Por
este año la carta había sido unánime.
Y
entre lágrimas y esperanza unían fuerzas para que todo saliese
Bien.
Pasaron
horas interminables, la entereza de Antonio, marido, padre, hermano, tío y
cuñado que luchaba por vivir en una sala
fría de quirófano era como una bandera que nos hacia permanecer unidos y
confiados.
En
estos duros momentos, creer es un privilegio y los que sabíamos rezar lo hacíamos
en silencio, hacia dentro.
Invocábamos
a los seres queridos que ya no estaban aquí, para que nos ayudasen también.
la
noche transcurría muy muy lentamente…
En
vela pasaron los minutos , las horas y la magia los fue cubriendo de fe.
A
medida que pasaba el tiempo nos mirábamos a los ojos unos a otros.
¿Cuánto
tiempo llevan ya? – nos preguntábamos y la misma respuesta nos fortalecía…ya
han pasado tres horas…y suspirábamos al unísono aliviados.
Allí
no había ni hambre, ni frio ni dolor, sólo miedo, miedo de que algo pudiese
fallar,
Miedo
como los niños a la noche oscura, a los fantasmas y a los habitantes que
pueblan la imaginación negra.
Cuando
los médicos nos dijeron que la operación había ido bien y que sólo cabía
esperar la evolución, sólo supimos mirar al cielo y dar gracias :
A
Dios,
A
otra familia, una familia generosa en el dolor, que convirtió sus lágrimas en
nuestras sonrisas.
A ese ser que tuvo que partir pero continuó la
vida en este
nuevo
hogar y que aunque anónimo es un héroe y forma parte de nosotros.
¡Deseábamos
tanto este momento!
Que
cuando abrió los ojos , fue como sentir de golpe todas las campanas de todos
los campanarios repicando de alegría.
No
era un niño
o si,
sintió
que la vida latía con fuerza en él, en
está mágica noche.
Y
todos con él, latimos en un único corazón, su nuevo corazón.
Los
Reyes Magos le habían dejado el mejor
regalo que le podían traer, el regalo de la vida.
5 de Enero de 2013
Tu familia al completo.